1 - Primera gran migración superada
"Houston, tenemos un problema" es lo que nunca como SEOs
queremos escuchar en una migración. Es un proceso delicado,
sobre todo con dominios de alta autoridad y gran tráfico. Para
ello debemos de tener las tareas muy bien preparadas y una
gran coordinación con todas las personas implicadas.
2 - ¿Fue suave como la seda?
Os engañaría que todo fue "easy". Tuvimos que postponer la
migración en dos ocasiones: una por errores en las
redirecciones y otra por cambios de última hora. Pero como
teníamos una buena checklist de todo lo que había que revisar
previamente a "pulsar el botón", lo detectamos a tiempo y el
día que se llevó a cambio el cambio, fue todo como abrir y
cerrar de ojos.
3 - Aumentos en la posición media por URL en el 45% de las
páginas
Esta migración consistía en un cambio de tecnología y de
rediseño de la marca, pero donde el SEO estuvo desde el
principio. Parece obvio, pero en la mayoría de los casos al
departamento de SEO se le llama a última hora, cuando ya
muchas cosas no se pueden solucionar. En la auditoría y
análisis que hicimos durante los siguientes 3 meses a la
migración, pudimos notar incrementos en la posición media de
las URLs, lo que provoca mayores tasas de clics y mayores
conversiones (si el diseño es el correcto).